La joven de la foto estaba disfrutando de un baño en el mar cuando de repente vio que tenía un pez al lado, lo cual a cualquiera podría generarle una sensación de peligro o emoción. Pero si es en un caso como el de esta chica cuando se trata de un pez manta y además se pega a tu espalda… Mucha emoción no puede generar, más bien produciría pánico y miedo. Y seguramente, acabarías como esta chica, llorando desconsoladamente.
A pesar de este mal trago, parece ser que la chica tuvo suerte y alguien se lanzó a ayudarle mientras el resto de sus compañeros no podían dejar de reirse a carcajadas por lo que estaba sucediendo.