Los desórdenes en la tiroides pueden causar problemas que afectarán a la rutina diaria si no se diagnostican a tiempo.

La tiroides es una pequeña glándula en forma de mariposa ubicada en la parte delantera del cuello, la cual produce hormonas que controlan cómo el cuerpo usa la energía. Estas hormonas afectan a casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de las funciones más importantes; por ejemplo, afectan la respiración, la frecuencia cardiaca, el peso, la digestión y los estados de ánimo, de acuerdo con Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

En consecuencia, los problemas tiroideos incluyen: bocio, que es cuando hay agrandamiento de la tiroides; hipertiroidismo, que es cuando la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo que el cuerpo necesita; hipotiroidismo, que es cuando la glándula no produce suficiente hormona tiroidea; cáncer de tiroides; nódulos, que es cuando aparecen bultos en la tiroides, y tiroiditis, cuando se presenta hinchazón de la tiroides.

Cómo saber si tienes problemas de tiroides

Algunos de los síntomas de los problemas de tiroides son los siguientes:

1. Incremento o pérdida repentina de peso

La tiroides permite controlar la rapidez con la que se desarrolla el metabolismo. Es decir la manera en la que funciona el cuerpo para obtener energía a partir de los alimentos que se consumen.  Esto lo hace a través de la secreción de hormonas.

Si sufres de hipotiroidismo, el aumento de peso será considerable, ya que no estarás produciendo la cantidad suficiente de hormonas para su normal funcionamiento. Caso contrario ocurre con el hipertiroidismo, donde hay una pérdida  de peso repentina debido a la producción excesiva de hormonas.

2. Sensación de cansancio y cambios de humor

Los problemas de tiroides pueden influir en los estados de ánimo, así como afectar a los niveles de energía. En los casos de hipotiroidismo, el cansancio  será más perceptible, pues hace que la persona sienta muchas ganas de dormir.  Incluso a pesar de haber descansado más horas de la cuenta podrías sentirte agotado. 

En cambio, cuando se da el hipertiroidismo, las personas afectadas sufren de irritabilidad. Son propensas a sentirse más estresadas y tienen problemas para conciliar el sueño.

3. Hinchazón en la zona del cuello

Uno de los síntomas más evidentes para identificar si tienes problemas de tiroides es el aumento de volumen en la región anterior del cuello. Se debe a que la glándula tiroides aumenta su tamaño ocasionando asimismo malestar en la garganta , dolor o incluso disfonía. 

A este síntoma se le debe prestar especial atención pues puede significar la presencia de algún tipo de patología de riesgo.

4. Alteraciones en el pulso cardíaco

La tiroides, además de regular la velocidad con la que las calorías se queman en el cuerpo, también controla los latidos del corazón. Dependiendo del tipo de afección, ya sea hipotiroidismo o hipertiroidismo, estos tenderán a variar.

En este caso podría presentarse un caso de taquicardia o que los latidos sean más lentos de lo normal (bradicardia). Esto provoca que muchos supuestos problemas cardíacos puedan estar relacionados con estas disfunciones.

5. Estreñimiento

En los casos de hipotiroidismo, donde la secreción hormonal es baja, las funciones de los órganos del cuerpo tienden a ser más lentas. Un ejemplo de ello es el mal funcionamiento del aparato digestivo.

El proceso de digestión se verá afectado causando inconvenientes al momento de evacuar y absorber nutrientes provenientes de los alimentos.

6. Malestar en otras partes del cuerpo

Otros síntomas con mayor visibilidad en las personas que padecen una afección de tiroides son  la apariencia de una piel más seca y escamosa, unas uñas quebradizas y la pérdida repentina del cabello. 

Algunos síntomas menos visibles pueden ser los desórdenes menstruales en las mujeres, la excesiva sensación de frío o calor y la molestia en los músculos y articulaciones.

Por tal razón, el medio de salud Tododisca reveló varios remedios caseros para tratar los problemas de tiroides:

1. Aceite de coco: este es un aceite vegetal que tiene un alto contenido de grasa saturada saludable y, si está acompañado de una alimentación balanceada y saludable, resulta ser muy beneficioso para la glándula de tiroides.

2. Vinagre de sidra de manzana: este ayuda a mejorar el metabolismo, a eliminar las toxinas del cuerpo y ayuda en la producción equilibrada de hormonas, entre otros beneficios.

3. Jengibre: las múltiples propiedades del jengibre se deben sobre todo a su riqueza en aceites volátiles, sustancias fenólicas (denominadas gingeroles, shoagoles y gingeronas), enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas (especialmente vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio)

4. Vitaminas B: las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 y B7 (biotina), B12 y el ácido fólico ayudan al proceso que hace el cuerpo para obtener energía de la comida que se consume. También ayudan a formar glóbulos rojos. Se pueden obtener vitaminas B en las proteínas como pescado, pollo, carne de res, huevos y productos lácteos. Los vegetales de hojas verdes y frijoles también tienen vitaminas B. A algunos cereales y panes también se les ha agregado vitaminas del tipo B.

5. Vitamina D: ayuda al cuerpo a absorber el calcio. También tiene un rol en los sistemas nervioso, muscular e inmunitario. Hay algunos alimentos que naturalmente tienen algo de vitamina D como los pescados grasos (salmón, atún y caballa), el hígado de res, el queso, los hongos y la yema de huevo.

6. Almendras: las almendras son una buena fuente de proteínas, fibras y minerales. Además, tienen selenio, que es un nutriente para la tiroides, y magnesio, que ayuda a mantener la glándula trabajando suavemente.

7. Productos lácteos: estos alimentos tienen yodo, el cual es ideal para el buen funcionamiento de la tiroides. Además, tienen vitaminas y minerales que ayudarán a mantener una salud óptima.

 

8. Hacer ejercicio regularmente: realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos) tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.

Sin embargo, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona y con eso se evitan las contraindicaciones por el mal uso de algunas de las recetas caseras.

Tenga en cuenta que para el diagnóstico de enfermedades de la tiroides, los médicos usan la historia clínica del paciente, un examen físico y pruebas para la tiroides. A veces, también utilizan una biopsia y el tratamiento depende del problema, pero puede incluir medicamentos, terapia con yodo radiactivo o cirugía de tiroides.