Las variaciones de color en algunas áreas de los dientes son un problema estético que se produce por el desgaste del esmalte dental. Estas pueden ser de tonalidades amarillas, marrones o grisáceas y, por lo general, se dan en forma de puntos o rayas. Debido a que la dentina queda desprotegida por el deterioro de la capa que la recubre, absorbe con cierta facilidad los colores de los alimentos y bebidas.